En el corazón de una tierra fecunda, donde la naturaleza y el esfuerzo humano se entrelazan en perfecta armonía, se encuentra la Huerta Emiliana, un proyecto emblemático liderado por el doctor Ángel Martín.
Esta
huerta no solo
representa un modelo de producción agrícola sostenible, sino también un testimonio del compromiso con la preservación del medio ambiente y el desarrollo de una agricultura saludable y responsable.
Los viñedos de la bodega abarcan aproximadamente 10 hectáreas de garnachas centenarias. La
finca principal, conocida como Piedra Cachada, se encuentra en una ladera salpicada de grandes
piedras graníticas desprendidas de la montaña a lo largo de los siglos, lo que le da su nombre. Esta
ubicación recuerda a las zonas vitivinícolas de Borgoña. Los suelos son arenosos y franco-arenosos
sobre una base de granito, lo que aporta mineralidad a los vinos y favorece maduraciones suaves de
la uva.
El clima de la región es mediterráneo continentalizado, caracterizado por inviernos fríos con
abundantes nevadas y veranos calurosos y soleados. La vegetación circundante incluye monte bajo
mediterráneo y árboles frutales, creando un ecosistema equilibrado que influye positivamente en las
características organolépticas de las uvas.
La bodega emplea técnicas de viticultura ecológica y biodinámica en el manejo de los viñedos. Se realizan labores manuales, como el laboreo con caballos y la aplicación de abonos orgánicos provenientes de estiércol de vaca y oveja. Estas prácticas buscan respetar el equilibrio natural del viñedo y promover la biodiversidad. La vendimia se lleva a cabo de manera manual a mediados de septiembre, recolectando las uvas en cajas y realizando una cuidadosa selección grano a grano en la bodega.
Piedra Cachada
Este vino se elabora exclusivamente con uvas de la finca homónima. Se caracteriza por su frescura, elegancia y complejidad. La producción es limitada, con 1.500 botellas en la añada 2019 y 2.000 en la de 2020
El Morisco
Otro vino destacado de la bodega, también elaborado a partir de garnachas centenarias, que refleja el carácter único de los viñedos de alta montaña de Gredos.
Los vinos de la Bodega Amigos del Tiempo han sido bien recibidos por críticos y aficionados al vino, destacando por su calidad y autenticidad. Aunque la producción es limitada, los vinos están disponibles en tiendas especializadas y a través de distribuidores selectos, permitiendo a los amantes del vino acceder a estas joyas enológicas que capturan la esencia de la Sierra de Gredos.
La Bodega Amigos del Tiempo representa un compromiso con la tradición y la excelencia enológica, recuperando viñedos históricos y aplicando prácticas sostenibles para ofrecer vinos que reflejan la identidad del terruño de Gredos. Su dedicación a la calidad y al respeto por el medio ambiente se refleja en cada botella de Piedra Cachada y El Morisco, convirtiéndolos en exponentes destacados de la garnacha española.